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La buena batalla de la fe. 11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 13 Te mando delante de ...
- 1 Timoteo 6:11-12 RVR1960
11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue...
- 1 Timoteo 6:11-12 RVR1960
En 1 Timoteo 6:11, Pablo proporciona una guía esencial sobre cómo vivir en la fe cristiana, destacando las virtudes y actitudes que deben caracterizar a un líder y a todo creyente. Este versículo se sitúa en un contexto en el que Pablo exhorta a Timoteo a ser un ejemplo de piedad y a mantenerse firme en su llamado, a pesar de los desafíos ...
Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
6. (1 Timoteo 6:17-19) Una última palabra para los ricos. A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
El versículo 1 Timoteo 6:11 nos habla directamente a nosotros, como seguidores de Dios, haciendo un llamado para huir de las cosas que nos alejan de nuestra espiritualidad y enfocarnos en seguir la senda de la justicia, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre.
11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
1 Timoteo 6:11 Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. Comentario de Matthew Henry
