Αποτελέσματα Αναζήτησης
Resumen Clave. Dependencia en Dios: La confianza en Dios implica reconocer nuestra propia fragilidad y depender de su sabiduría y poder para guiarnos. Fe y Esperanza: La fe nos permite creer en lo invisible, y la esperanza nos sostiene en la certeza de que Dios tiene un plan de bien para nosotros. Paz y Fortaleza: Dios promete paz en medio de la tormenta, y fortaleza para superar cualquier ...
El alma no debe temer a la muerte, ya que Dios protege tanto el alma como el cuerpo. Mateo 10:28: La fidelidad de Dios garantiza el cumplimiento de sus promesas y la provisión de guía para el alma. Josué 23:14: El anhelo del alma por Dios es una señal de su naturaleza espiritual y la necesidad de conexión con lo divino. Salmo 42:2
El Salmo 23:3 destaca cómo solo Dios puede restaurar nuestras almas, ofreciendo guía, aliento y esperanza en tiempos de angustia.
¿Qué es el alma? ¿Es simplemente una entidad abstracta o tiene una realidad concreta y significado en nuestras vidas? Permítanme guiarlos en este viaje de reflexión con el calor de la fe y el conocimiento de la Palabra de Dios. La Biblia nos enseña que el alma es el aliento vital que Dios nos ha dado.
26 Οκτ 2020 · El alma, en términos bíblicos, es la fuerza vital de la persona y lo que le permite existir en el estado entre la muerte y la resurrección final. De hecho, la noción de tal estado intermedi o debe impulsarnos a creer que estamos hechos de cuerpo y alma.
30 Οκτ 2020 · La fe salvadora consiste especialmente en confiar que Cristo es nuestro Salvador, y única justicia con Dios. Una de las evidencias más grandes del arrepentimiento genuino es que no solo nos estamos alejando del pecado, sino también de confiar en nuestras propias virtudes, méritos u obras para ganarnos el derecho de estar delante de Dios.
No se trata de un retraso, sino de una preparación. Dios nos moldea a través de los desafíos y nos fortalece en la espera, permitiendo que lleguemos al momento adecuado con el corazón preparado y la fe firme. 2. Cultivar la paciencia y la humildad: El tiempo de Dios nos enseña a esperar, y la espera, a su vez, nos enseña paciencia.