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Caperucita Roja. V. Roja. Charles Perrault 1628 - 1703. más todavía. Esta buena mujer le había manda-do hacer una caperucita roja y le sentaba tanto que todos la llamaban . Un día su madre, habiendo cocinado unas tortas, le dijo: —Anda a ver cómo está tu abuela, pues me dicen que ha estado enferma; llévale una torta y este tarrito de mantequilla.
Caperucita Roja, le traigo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía. El lobo le gritó, suavizando un poco la voz:—Tira la aldaba y el cerrojo caerá. Caperucita Roja tiró la...
una dulce niÑa, con caperuza roja y una canasta con tarta y leche, se dirige al bosque para llevarle el alimento a su abuelita enferma. en el camino, se encuentra con un hambriento y salvaje animal. ¿lograrÁ llegar a destino?
una caperucita de terciopelo colorado, y como le sentaba tan bien y la pequeña no quería llevar otra cosa, todo el mundo dio en llamarla «Caperucita Roja». Díjole un día su madre: - Mira, Caperucita: ahí tienes un pedazo de pastel y una botella de vino; los llevarás a . la abuelita, que está enferma y delicada; le sentarán bien.
CAPERUCITA ROJA. Había una vez una niñita pueblerina, la más bonita que se hubiera visto nunca; su madre estaba enloquecida con ella y su abuela más enloquecida aún. Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le sentaba tan bien que todos la llamaban Caperucita Roja.
Érase una vez una niña, que vivía en un pueblo, las más bonita que se hubiera visto; su madre la quería con locura, y su abuela todavía la quería más. Esa buena mujer hizo para su pequeña una capa con capucha de color rojo, que le quedaba tan bien, que en todas partes le llamaban Caperucita roja.
Entonces el lobo decidió hacer una siesta y se volvió a tirar en la cama, y una vez dormido empezó a roncar fuertemente. Un cazador que por casualidad pasaba en ese