Αποτελέσματα Αναζήτησης
En la época de Jesús, la moneda más común era la dracma, que equivalía a un día de salario para algunas personas. Además, las mujeres a menudo llevaban una cadena de diez dracmas alrededor de su cintura como un signo de riqueza y status.
La dueña de las monedas simboliza a la iglesia en su labor de ser el instrumento para que Dios rescate al pecador. La moneda está perdida entre el polvo del piso de la casa. Esto se deduce por el hecho que la mujer, en la búsqueda de su moneda perdida, barrió la casa, tratando de encontrarla.
La dracma perdida Lc. 15:8-10. En el Oriente, las casas de los pobres por lo general consistían en una sola habitación, con frecuencia sin ventanas y oscura. Raras veces se barría la pieza, y una moneda al caer al suelo quedaba rápidamente cubierta por el polvo y la basura.
La parábola de la moneda perdida habla de de qué manera Dios busca al pecador perdido y se regocija en su arrepentimiento. Esta parábola contada por Jesús está registrada en Lucas 15:8-10. En él, Jesús retrató el compromiso de una mujer que, al perder una de sus diez dracmas, se lanza diligentemente a buscar la dracma perdida.
6 Αυγ 2022 · La dracma se perdió en la casa. Estaba a la mano, pero solo podía ser recobrada mediante una búsqueda diligente. El dueño la busca porque es de valor. Esta parábola tiene una lección para las familias. Con frecuencia hay gran descuido en el hogar respecto al alma de sus miembros.
La moneda era una dracma, moneda griega de plata, que solo se menciona aquí en el Nuevo Testamento y que equivalía aproximadamente a la paga de un día. Esta moneda era probablemente parte de una hilera de monedas que formaban una cabecera, que indicaba que la mujer estaba casada.
Parábola de la moneda perdida -¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a ...