Αποτελέσματα Αναζήτησης
La paz es, además, un don admirable de Dios y está íntimamente ligada con la caridad teologal, como aparece al principio de la Carta a los fieles: «A todos los cristianos... el hermano Francisco... les desea paz verdadera del cielo y caridad sincera en el Señor» (2CtaF 1).
Explora la poesía dedicada a San Francisco de Asís. En el silencio de la noche, el viento susurra tu nombre, y en mis sueños tan lejanos. tu recuerdo vive y me enamora. En el jardín de tus ojos. se refleja la luz del sol, y en el perfume de tu piel. encuentro mi paz y mi pasión.
4 Οκτ 2024 · San Francisco fue un hombre de paz en un tiempo marcado por guerras y conflictos. En una Europa dividida por las cruzadas y las luchas entre ciudades y reinos, él predicaba la reconciliación y el perdón. Sus palabras «Paz y bien» no eran solo un saludo, sino una forma de vida.
En resumen, San Francisco de Asís es una figura clave en la Iglesia Católica por su ejemplo de vida dedicada al servicio, su amor por la naturaleza y los animales, y por ser el fundador de una de las órdenes religiosas más influyentes en la historia del cristianismo. Su mensaje de paz y amor perdura hasta nuestros días.
Sí, todos los presentes recuerda que en el cielo del 27 de octubre de 1986 apareció, de repente, un arco iris, un juego prodigioso de luces que ofrecía a esta pequeña ciudad la capacidad de abrazar y de unir todos los esfuerzos del mundo por una paz en Dios.
cuando el ave y el rústico acaban sus quehaceres, el cielo, enrojecido como la millonada. joyante de los granos de una agria granada; las cumbres, sofocadas de luces ulteriores, las sendas solitarias, el río, los alcores. y el valle, descarriado bajo una sombra honda. por cuyas espesuras sube a veces, redonda.
27 Ιαν 2010 · Muchos asocian a san Francisco con la paz, pero pocos profundizan. ¿Cuál es la paz que Francisco acogió y vivió y nos transmite? La de Cristo, que pasa a través del amor más grande, el de la Cruz. Es la paz que Jesús resucitado dio a los discípulos cuando se apareció en medio de ellos (cf. Jn 20,19.20).