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¡Qué formas bajo el fino tul…! Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡me clavó muy hondo su mirar azul! Quedé como en éxtasis… cerrando los ojos, la dejé pasar!
Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! ¡Qué rubios cabellos de trigo garzul! ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul... Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡me clavó muy hondo su mirada azul! Quedé como en éxtasis... Con febril premura, «¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par.
Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! ¡Qué rubios cabellos de trigo garzul! ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul... Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡me clavó muy hondo su mirada azul! Quedé como en éxtasis... Con febril premura, «¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par.
PASAS POR EL ABISMO DE MIS TRISTEZAS. Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! Perdí tu presencia. PERDÓN. Perdóname, Ideal, para que pueda. PERO TE AMO. PIEDAD. POBRECITA MÍA. Poetas místicos. Por diez años su diáfana existencia fue mía. Por esa puerta huyó, diciendo: «¡Nunca!» Por esta selva tan espesa. POR MIEDO ¿POR QUÉ? ¡Por ...
ASÓ CON SU MADRE. ¡QUÉ RARA BELLEZA! ¡Qué rubios cabellos de trigo garzul! ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul…! Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡me clavó muy hondo su mirar azul! Quedé como en éxtasis… Con febril premura, «¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par.
Hallé sin duda largas las noches de mis penas, mas no me prometiste tú sólo noches buenas, y en cambio tuve algunas santamente serenas... Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. Vida, nada me debes, ¡Vida, estamos en paz! Cobardía . Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! ¡Qué rubios cabellos de trigo garzul! ¡Qué ritmo en el paso ...
14 Δεκ 2020 · Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! ¡Qué rubios cabellos de trigo garzul! ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul…! Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡me clavó muy hondo su mirar azul! Quedé como en éxtasis… Con febril premura, «¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par.