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Me tiraste un limón, y tan amargo, con una mano cálida, y tan pura, que no menoscabó su arquitectura. y probé su amargura sin embargo. Con el golpe amarillo, de un letargo. dulce pasó a una ansiosa calentura. mi sangre, que sintió la mordedura. de una punta de seno duro y largo. Pero al mirarte y verte la sonrisa.
Publicado en 1936, en el libro El rayo que no cesa. Acompañe la lectura del poema en audio. Me tiraste un limón, y tan amargo, 1. con una mano cálida, y tan pura, 2. que no menoscabó su arquitectura 3. y probé su amargura sin embargo. 4. Con el golpe amarillo, de un letargo 5. dulce pasó a una ansiosa calentura 6.
4 me tiraste un limón, y tan amargo con una mano cálida, y tan pura, que no menoscabó su arquitectura y probé su amargura sin embargo. Con el golpe amarillo, de un letargo dulce pasó a una ansiosa calentura mi sangre, que sintió una mordedura de una punta de seno duro y largo.
2 Αυγ 2019 · Una de los primeros versos que nos aprendimos los niños que nacimos en aquella isla fue: Ayer pasé por tu casa y me tirastes un limon, el limón me dió en la frente, el zumo en el corazón. Hoy un zumo de limón ha tocado mi corazón. Lo admito. Pero ahora sé que mañana habrá espacio para la gratitud.
28 Μαρ 2017 · Por último: El poema recrea un famoso piropo: “Ayer pasé por tu casa y me tiraste un limón,/la cáscara cayó al suelo y el jugo en mi corazón”. Evocación de “Me tiraste un...
Me tiraste un limón, y tan amargo, con una mano cálida, y tan pura, que no menoscabó su arquitectura y probé su amargura sin embargo. Con el golpe amarillo, de un letar….
Me tiraste un limón, y tan amargo, con una mano cálida, y tan pura, que no menoscabó su arquitectura y probé su amargura sin embargo. Con el golpe amarillo, de un letargo dulce pasó a una ansiosa calentura mi sangre, que sintió la mordedura de una punta de seno duro y largo. Pero al mirarte y verte la sonrisa