Αποτελέσματα Αναζήτησης
te despertarás llorando, por el que no es tu marío, ni tu novio, ni tu amante, sino el que más te ha querío. Con eso tengo bastante. Por lo demás, tó se orvía. Verás cómo Dios te manda un hijo como una estrella; avísame de seguía, me servirá de alegría cantarle la nana aquella: «Quítate de la esquina, chiquillo loco, que mi mare ...
- Rafael De León
Rafael de León fue un reconocido poeta y letrista nacido en...
- Requiem Por Federico
solloza un Ave María derrumbada el el poyete. (Por la tapia...
- Profecía
Gritos y lamentos llegan al cielo ya no hay dioses ni...
- Dentro De Mí
Dentro de mí hay un león enfrenado: De mi corazón he labrado...
- Rafael De León
21 Μαρ 2009 · A Rafael de León (Sevilla 6 de febrero de 1908-Madrid 9 de diciembre de 1982) se le conoce sobre todo por el trío artístico que formó con Manuel Quiroga y Antonio Quintero, y por las más de cinco...
Se encuentra con una mujer que parece que no quiere cruzarse con él, sin embargo se pone frente a ella y le habla de una manera serena. Esta mujer se ha casado con otro y a él no le importa. Es fuerte y no ha sufrido de amor ni ha querido morirse, tampoco ha sentido que quisiera acosarla.
22 Φεβ 2008 · PROFECIA (POEMA ANDALUZ) Letra de Rafael de León. (No te mando más castigo, que estés durmiendo con otro. y estés soñando conmigo...) "Y me bendijo mi mare. Diez céntimos le dí a un pobre.
Profecía. «Y me bendijo a mi mare; y me bendijo a mi mare. Diez séntimos le di a un pobre. y me bendijo a mi mare. ¡Ay! qué limosna tan chiquita, qué recompensa tan grande.
te despertarás llorando, por el que no es tu marío, ni tu novio, ni tu amante, sino el que más te ha querío. Con eso tengo bastante. Por lo demás, tó se orvía. Verás cómo Dios te manda un hijo como una estrella; avísame de seguía, me servirá de alegría cantarle la nana aquella: "Quítate de la esquina, chiquillo loco, que mi mare ...
a ti te compró unos zarcillos. y a mi un pantalón de hombre. Yo no te dije te adoro. pero colgué en tu balcón. un lazo de seda y oro de primera comunión. tú, fina y orgullosa me ofreciste en recompensa. la cinta color de rosa que engalanaba tu trenza. Voy a misa con mi tita. bueno, te veré en la ermita.