Αποτελέσματα Αναζήτησης
para que sepamos dar calor a quienes mueren de frío en nuestras alcantarillas sin haber probado un pétalo de tu amor. Almohada de mis vigilias, de mi ingenuidad, de mis debilidades e insomnios, despierta Tú mi espíritu en esta noche. Alumbra Tú mi amanecer con el arrebol de tu presencia para que siempre abunde en claridad
- Pentecostés
y sólo tengo en el corazón una impresión de dicha oceanía,...
- Pentecostés
20 Σεπ 2024 · El Día de Muertos en México es una celebración de lo más especial que sirve, en definitiva, para rendir homenaje a los difuntos. En Diario Femenino te traemos 9 bellos poemas del Día de Muertos escritos por poetas mexicanos que te ayudarán a reflexionar sobre la vida y la muerte.
1 Νοε 2018 · El alma y el corazón siempre buscan y regresan, hacia donde el amor sigue vigente, a pesar de los tiempos… y a pesar de la Muerte. Por nuestra parte hemos querido compartir con vosotros esta selección de poemas de autores mexicanos que, desde distintas perspectivas, abordan la muerte y su significado. ¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
El Día de Muertos es una tradición llena de color, amor y recuerdos que celebra la conexión entre la vida y la muerte. Sigue leyendo y encontrarás poemas dedicados a esta hermosa festividad, que reflejan la alegría, el respeto y la magia de recibir a quienes nos han dejado.
Descubre los Poemas más famosos de Francisco de Quevedo (analizados) 2. Remordimiento por cualquier muerte - Jorge Luis Borges. el muerto no es un muerto: es la muerte. no es sino la perdición y ausencia del mundo. allí la acera donde acechó su esperanza. el caudal de las noche y de los días.
30 Μαΐ 2020 · ¡Espíritu Santo – Amor Eterno! II ¿No eres Tú el dulce maná. que del corazón del Hijo en el mío fluye, alimento de los ángeles y de los bienaventurados? Él, que de la muerte a la vida se elevó, Él me ha despertado también a mí a nueva vida, del sueño de la muerte. Y nueva vida me da, día tras día.
5 ημέρες πριν · 695 (Poema de Emily Dickinson) En este poema, incluido en los poemas a la muerte de Emily Dickinson, la autora reflexiona sobre la eternidad imaginando un océano infinito formado por una secuencia de mares que nunca se acaba. Como si el Mar se abriera y mostrara otro Mar – y ese –otro más– y los Tres solo fueran una conjetura –